2006/07/28

Lejos de mi casa, en mi hogar

Derrepente paró el coche, bajó y aspiró una larga y lenta bocanada de aire mientras se estiraba por completo. Involuntariamente se le dibujó una sonrisa satisfecha en la cara acorde con su mirada de ojos cerrados, placida, tranquila. El verde y la frescura lo envolvía todo. Nada quedaba ya, era por fin libre. Ese era su hogar

2 Comments:

Blogger Bito said...

Qué gusto poder saberlo de una forma tan clara.

4:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Y notar q eres inmortal tras cada viaje... y saber q tu alma respira un mismo aire, no importa el lugar.

Encontrar tu sitio, mirarte a los ojos a ti mismo.

5:32 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home