2010/07/23

Iulian el caprichoso

No hay nada mejor que conseguirte cuando te deseo. Nada mejor que esta sensación de buscar y encontrar.
Nada peor que el echarte de menos brutalmente, como ahora, que me empecé a compartir contigo pero no conseguí tocarte. Ni besarte.
No hay nada como sentir la confusión de si habrás aceptado verme por alguna incomprensible e inimaginable razón diferente a la mía. Convencerme de que estaba todo muy claro, de que es imposible que no estemos conectados y aun así desconfiar del espejo pensando "¿Estará ella ahora pensando en mi?" Pero es claro que no. O al menos no con mi misma intensidad. ¿Entonces por qué viniste? o peor ¿Entonces por qué volverás a venir?