2010/08/04

Hoy

Un día más en el que me muero por llamarte. De escuchar tu voz contenta y aliviada al otro lado, que sufría mirando la hora en el teléfono cada dos minutos, esperando mi llamada. Porque sabes que hoy puede tocar vernos. Que es el día de la semana en que visito tu ciudad como si fuera casualidad, como si tuviera algo que hacer allí. Como si algo fuera a pasar. Como si no tuviera ya mil líos peores, y por tanto mejores que tú. Como si de verdad sintiera algo por ti más allá del capricho. Pero no es así; y aún así, me muero por llamarte.

Un día más en el que tú rezas para que no te llame, porque se te han acabado las exucsas. Porque no sabes como hacerme entender, con educación, que no quieres saber nada de mi. Que soy un pesado. Y porque crees que me importará.