11-7-11
Camino por las calles, enfrentando el frío arrebatador y sublime del invierno en la ciudad. A veces me subo el cuello de la chupa y me abrazo con las manos en sus bolsillos. Me encantaba esa chupa, me encanta, eso que me hace sentir creo que es lo mejor que he sentido jamás. Que me gustase y ahora que la he heredado me siga gustando.
El vaho germina delante de mi boca, escapando de mi, llevándose mi aliento en su lomo. No se lo que me hace sentir, pero disfruto de ese paseo al frío, de madrugada, borracho hacia le coche, cuando las aceras húmedas y sucias descansan. Al llegar, encuentro que es el único aparcado en toda la calle, y me doy cuenta de que no hubiera estado tan mal no beber, que no era tan difícil encontrar sitio. Pero me recuerdo que eso lo digo siempre cuando estoy borracho y aparcado, no se... quién gana a quién.
Pienso en si habrá otros como yo, con un ego y un mundo interior tan rico que no necesitan a nadie, sino que los esperan, pero mientras, están solos. Las satisfacciones que se me han otorgado, han sido continuas y ascendentes, pero tan breves, tan efímeras, a la hora de morder se convertían en ceniza. Nunca es suficiente. Las demás me las he tenido que fabricar y de hecho no me importa. Lo comprendo, y mientras lo hago, sonrío aferrado a mi chupa, pensando en ella, en aquella otra, en aquella vez, en aquella situación con mi amigo mas fiel o con mi padre, en aquel momento... y lo hecho de menos; alzo la cabeza y brilla mi mirada al pensar que ellos siguen a mi lado, que vendrán otras muchas mejores que ellas aunque jure "nunca mas", y que sólo a mí pertenecen esos momento que les arrebaté, sólo a nosotros, y es imposible que me borren de ellos.
Soy quien soy, y vengo de donde vengo. Todo lo demás, son historias.
El vaho germina delante de mi boca, escapando de mi, llevándose mi aliento en su lomo. No se lo que me hace sentir, pero disfruto de ese paseo al frío, de madrugada, borracho hacia le coche, cuando las aceras húmedas y sucias descansan. Al llegar, encuentro que es el único aparcado en toda la calle, y me doy cuenta de que no hubiera estado tan mal no beber, que no era tan difícil encontrar sitio. Pero me recuerdo que eso lo digo siempre cuando estoy borracho y aparcado, no se... quién gana a quién.
Pienso en si habrá otros como yo, con un ego y un mundo interior tan rico que no necesitan a nadie, sino que los esperan, pero mientras, están solos. Las satisfacciones que se me han otorgado, han sido continuas y ascendentes, pero tan breves, tan efímeras, a la hora de morder se convertían en ceniza. Nunca es suficiente. Las demás me las he tenido que fabricar y de hecho no me importa. Lo comprendo, y mientras lo hago, sonrío aferrado a mi chupa, pensando en ella, en aquella otra, en aquella vez, en aquella situación con mi amigo mas fiel o con mi padre, en aquel momento... y lo hecho de menos; alzo la cabeza y brilla mi mirada al pensar que ellos siguen a mi lado, que vendrán otras muchas mejores que ellas aunque jure "nunca mas", y que sólo a mí pertenecen esos momento que les arrebaté, sólo a nosotros, y es imposible que me borren de ellos.
Soy quien soy, y vengo de donde vengo. Todo lo demás, son historias.