2006/09/25

dulce silencio

Jajaja, después de gritar al frío de la noche como un poseso, y de correr, y de sentir el vacío embriagador de la madrugada proxima, cayó boca arriba sobre la hierba; mirando sonriente las estrellas que le devolvían el guiño, y se nublaban cada dos segundos con el vaho de su jadeo. Sonreía, sonreía libre, libre, libre. Todo quedaba atras, sólo el y el universo, notaba como su mente se oxigenaba con ese aire puro y purificador, mientras, el cementerio callaba.

2006/09/19

niña mala

Era hermosa. Le encantaba verla dormir unos veinte minutos antes de despertarla.
Emanaba dulzura e inocnecia, paz. Ésta visión le hacía sentir como un mounstruo, un enfermo, un destructor de lo puro; pero como si de un yonki se tratase, que necesita su dosis aún a sabiendas de que destrozará su vida, de que lo que hace no está bien, decidió secuestrarla de sus sueños.
Acariciando suavemente su clavícula y descendiendo después a sus pechos, la fue destapando lentamente.
Ella sonreía aún sin abrir los ojos, mientras se desperezaba.
- Te estaba esperando, ya pensé que no aparecerías-.
Su voz angelical le excitó, a la vez que le hacía sentir la peor escoria sobre la tierra... pero era tan bella...
Las lágrimas surgieron raudas salpicando su cara, y ella, conocedora experta de su interior, se apresuróa a besarle, abrazándolo con fuerza.
-Tranquilo, no te preocupes... te amo-
Comenzó a besar su cuello varonil acariciando con la lengua la nuez de su amado que tanto la excitaba, mientras su mano tomó el miembro ya eréctil.
Él, que había tratado de mantenerse impasible hasta el momento, no aguantó más y liberó a la bestia.
La besó con pasión y brutalidad, embestida a la que ella contestó de igual modo. Sus narices se golpearon. Se arrancaron la ropa e hicieron el amor con una pasión casi animal, sentados como estaban hasta el final, sin desconectar sus miradas. No tardaron más de 10 minutos, ahogando los gemidos y demás manifestaciones del potente orgasmo.
Una vez consumado su delicioso y aterrador pecado, cayeron derrotados sobre el colchón, ella aún encima.
Él callaba abstraido con la mirada perdida, ella sonreía satisfecha.
-Papá. ¿Crees que mamá sospecha algo?