Lejos de mi casa, en mi hogar

Derrepente paró el coche, bajó y aspiró una larga y lenta bocanada de aire mientras se estiraba por completo. Involuntariamente se le dibujó una sonrisa satisfecha en la cara acorde con su mirada de ojos cerrados, placida, tranquila. El verde y la frescura lo envolvía todo. Nada quedaba ya, era por fin libre. Ese era su hogar

Yo, Luis Vargas

Te necesito, necesito tenerte a mi lado ahora, en este momento, porque por mas que te moleste eres tu la que me hace sufrir. Ni siquiera necesito que me comprendas, porque veo que es algo imposible para ti, simplemente necesito que estes a mi lado, que trates de ayudarme. Pero no estás. En los peores momentos me fallas. Te crees que te ataco cuando te digo qué es lo que me hace daño de ti, en lugar de intentar cambiarlo para que todo vaya mejor. Eres la culpable de las mejores sensaciones que he experimentado sí, pero también tienes la extraña capacidad de hacerme sentir como el mayor imbécil sobre la tierra. Te escribo esto no para que empieces con tus tonterías de "parece que no hago otra cosa que joderte la vida", sino para que lo sepas y lo entiendas, y puedas hacerme feliz si te interesa que lo sea.
Te necesitaba hoy, y me has fallado. Será la última vez que lo hagas, la siguiente no habrá nosotros. No se que te has pensado que soy yo, pero a mi no me vas a trayar la cabeza, yo no voy a acabar comiendome piedras, que te quede claro. Que te quede claro también que te amo mas que a nada, pero eso ya lo sabes de sobra.

"Te insulto y te desprecio
la risa acaba en llanto
si crees que no te quiero
dime por qué te canto

y muérdeme las venas
verás como no sangro
mi corazón es piedra
desde que te has marchado

Y esque yo sin ti
no puedo respirar
y cuando estoy contigo
siempre acabo mal"

El "kid" de la cuestión (o como se escriba) nº2

Al fin lo he descubierto. El truco no está en cerrar los ojos, sino en apagar la luz

Purificación

- Hijo, aver si te peinas, que llevas unos dias con unos pelos de loco....
- Esque mamá, desde hace una semana que los espejos me escupen, pero bueno no te preocupes, hoy le voy a pedir perdón.

¿Trato echo?

Ardor en el pecho, todo quemaba por dentro. No era una sensación nueva del todo, era una sensación, una de esas para la que nunca estas preparado, y asi, abrió los ojos la primera mañana con el corazón echo trizas. Desde luego no estaba preparado pero tampoco le costo mucho dormirse... en la primera noche no te da tiempo a asimilarlo, lo peor viene al día siguiente, cuando el espiritu hace la digestión.
De sobra sabía lo que iba a ocurrir pero se negaba a permitirlo, a aceptarlo, hasta que se dio cuenta de que no sería él el primero en tachar lo escrito y hacer un apunte en el márgen. Cada segundo era una eternidad, las pestañas humedas pero la cara seca, serían unos días muy largos.... Y así, tirado boca abajo en un escorzo impensable pero extraña y seductoramente cómodo, con los ojos abiertos al infinito, fue cuando le vio por primera vez, sentado a los pies de su cama, con ese aire de abuelo entrañable.
- Hola
-¿Quién eres?
-¿Tu quien crees que soy...? dijo con una media sonrisa mientras su interlocutor se daba cuenta de que su vida iva a cambiar radicalmente para siempre.

Mejor no preguntar

Mientras esperaban el almuerzo y con el adorno auditivo de los grandes éxitos ochenteros, él levantó la vista atrayendo la de su inseparable alma compañera. Y se miraron. Uno pensativo y temeroso de respuestas y el otro atraído por el gesto facial de su hermano.
- ¿Soy una mala persona?
- ...mmm... sí.- Respondió categóricamente.
- ¿...soy una mala persona? ¿pero como me dices eso...? ¿y por qué eres mi amigo?
- Porque me has convertido en mala persona también. Hey, pero que no te guardo ningún rencor, es mas, te lo agradezco-
- Jaja, osea que no sólo soy mala persona, sino que arrastro a la gente que quiero hacia el mal...
- ...si...sí, ¿En serio no te das cuenta de que la gente de tu alrededor es... mala?
- Pero porque ellos son malos
- No, ¿pero no crees que tú has influido en gran medida...?
- Mmmm no se ¿y de dónde sacas que yo te he influido para el mal?
- Joder, porque yo antes de conocerte era buena persona y ahora no.
- ¿Pero no será malicia más que maldad..?
- No. No. Es maldad, lo tuyo es un caso más ...espiritual
- Jajaja, osea que tengo el alma podrida ¿no?
- si...
- ¿Me estás intentando decir que soy la peor persona que conoces?
- jeje... si... yo creo que si... si.
- Entonces ¿no me crees capaz de hacer un algo bueno?
- Si, pero también te veo capaz de hacer algo terrible. De echo ahora pienso que igual te han puesto en mi camino porque estás destinado a llevar mi caso contra la iglesia católica por bautizarme sin mi permiso.
- Jajajajajaa

Entonces llegó la camarera con la comida y se pusieron a hablar de futbol

I just want to prove your lips

El alba se acrecaba furtiva a través de las gruesas cortinas verdes y él no podía permitir esta invasión sin haber probado sus labios todavía.
-¿Qué miras?
-a ti.
-¿Qué haces?
- pienso.
-¿Piensas? ¿Y en qué piensas?

- Pensaba en que quiero besarte.
-...quieres besarme....
- Si, ¿qué te parece?....

- No sé, inténtalo aver que pasa....

Maldita inspiración

Que manía tienen las musas de hacerse las estrechas cuando más se las necesita

Para todo lo demás Master Card

Porque he bailado con bellas damas al son unicamente existente en nuestras cabezas,
en orillas nocturnas, iluminadas por la tenue luz de una hoguera.
Porque jamas me he dejado engullir por las arenas movedizas de la conspiración.
Porque vivo, vivo, vivo, unas veces con más, y otras con ninguna ilusión.

Porque tengo el colchón de saber que a mis recientes dieciocho,
hay alguien que me ama,
que se muere por escucharme,
por encontrarse conmigo y perderse en mi cama.

Por tener la motivación de saber que hay gente que me detesta,
¿qué haría sin vosotros que marcais mis metas?
Que os alegrais de mis errores evitando así que los cometa.

Porque sé quien soy, de donde vengo.
Por no saber a donde voy.
Porque sé lo que hay, convivo alegre con lo que siento.
Por saber lo que cada uno me dais.

Porque tengo la capacidad de cagarme
en cada día, que no hay felicidad,
en mi vida, de sombras
y de luces, y no darme de bruces
aceptando, cuando la hay, mi falta de alegría